Viví durante la Edad de Oro (s.XVI-XVII) y durante esta edad había dos grandes movimientos que me afectaron completamente, que son el Renacimiento y el Barroco.
No tenía ninguna formación académica pero me encantaba la lectura i el teatro. El año 1566 me establecí en Madrid, donde fui a al estudio de la Villa, y el catedrático Juan López me enseño un poco de cultura. Al cabo de un tiempo, el 7 de octubre de 1571 me enviaron a la batalla de Lepanto, en la que combatíamos contra los turcos, en una guerra muy importante para la historia en general, durante esta batalla me pusieron un sobrenombre “Manco de Lepanto”, y perdí la movilidad de mi mano.
Durante el año 1575 estuve cautivo en Argel. Me encerraron en la prisión durante 5 años, yo quería salir de allí como fuera, y trate cuatro veces de escaparme pero no encontré la manera acertada y no me pude escapar. El 19 de Septiembre de 1580, gracias al dinero enviado por mi familia y por el Fray Juan Gil, me sacaron de la prisión y me fui hacia España, en Valencia y luego regrese con mi familia en Madrid.
Mantení vivo el recuerdo de mi cautiverio en el libro de Fray Diego de Habedo, Topografía e historia general de Argel.
Al cabo de un tiempo mantení un matrimonio con Catalina de Salazar en el pueblo de Esquivas, pero el matrimonio fracasó estrepitosamente debido a la edad de la mujer, y yo me fui hacia Andalucía.
En el año 1605 publique mi obra mas importante “Don Quijote de la Mancha”, escribí este libro para combatir la gloria de las novelas de caballería, las historias de mi libro son mas realistas.
La fama la conseguí con este libro. La relación que tenia con otros escritores como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, etc. no era muy buena, porque yo quería tener la popularidad de Lope de Vega.
En 1616 ya tengo una edad, y mi vida no creo que dure mucho más, y así me muero...
Así se vio el mismo Cervantes:
"Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha , y del que hizo el Viaje del Parnaso , a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria".
Novelas ejemplares